Bahía Blanca | Miércoles, 01 de mayo

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Fue a prisión por ser reincidente

A la pena de un año y diez meses de prisión efectiva fue condenado un sujeto hallado responsable de dos intentos de robo en una empresa y en un comercio de nuestra ciudad, teniendo en cuenta que ya registraba antecedentes penales. Se trata de Rafael Curín, de 46 años, quien vive en Primero de Mayo 86 y fue sentenciado, en juicio abreviado (donde las partes acuerdan la calificación del delito y la pena a imponer), por el Tribunal en lo Criminal Nº 1.


 A la pena de un año y diez meses de prisión efectiva fue condenado un sujeto hallado responsable de dos intentos de robo en una empresa y en un comercio de nuestra ciudad, teniendo en cuenta que ya registraba antecedentes penales.


 Se trata de Rafael Curín, de 46 años, quien vive en Primero de Mayo 86 y fue sentenciado, en juicio abreviado (donde las partes acuerdan la calificación del delito y la pena a imponer), por el Tribunal en lo Criminal Nº 1.


 Los jueces Mario Lindor Burgos, Enrique José Montironi y Hugo Alberto De Rosa, consideraron que es "irrebatible" la relación que vincula al procesado con los dos ilícitos.


 El primer hecho analizado tuvo lugar el 28 de marzo de 2002, a las 4.10, en la empresa Proa S.A., ubicada en Aguado 139.


 En ese contexto, después de dañar el vidrio de un portón de acceso a la propiedad, Curín intentó sustraer diversos elementos, siendo frustrado su accionar por la oportuna intervención policial.


 El otro suceso se registró el 3 de mayo de 2005, a las 5.40, cuando el mismo sujeto fue sorprendido por la policía luego de que escalara y realizara un boquete en el techo de la bicicletería Norma, sita en Corrientes 265.


 Su autoría, en el primer caso, se probó a través del acta de procedimiento y aprehensión, en la que constan las circunstancias de modo, tiempo y lugar por las cuales los uniformados atraparon al imputado dentro de las instalaciones de la firma.


 Ese elemento fue corroborado por las declaraciones de los efectivos Mario Quiroga, Luis Ibacache, Antonio Carrasco y Oscar Gutiérrez, quienes actuaron en el procedimiento.

La otra causa.




 Acerca de la frustrada sustracción en la bicicletería, también se destacó el acta de aprehensión y secuestro, de la que surgen los pormenores de la captura de Curín en el lugar del hecho.


 Se citaron los testimonios de los policías Luis Salazar, Gonzalo Besos y Marcelo González, complementando el cuadro probatorio la inspección ocular, el croquis ilustrativo, el informe técnico pericial y la placa fotográfica.


 Antes de dictar sentencia, el tribunal --sin tener en cuenta atenuantes-- señaló como agravantes el mal concepto informado del encausado y sus antecedentes penales.


 Se indicó en la resolución que, no habiendo transcurrido el plazo legal desde la fecha de la última condena firme de cumplimiento efectivo en su contra (3 de diciembre de 2002), correspondía declararlo reincidente, lo que le impide gozar de la libertad condicional.


 En consecuencia, Curín fue sentenciado por robo en grado de tentativa y robo con escalamiento en grado de tentativa, a cumplir la pena de un año y diez meses de cárcel.


Sentenciados por un violento asalto









 Siete años de prisión a cada uno les impuso el Tribunal en lo Criminal Nº 3, a dos individuos procesados por tomar parte de un violento asalto cometido a fines de octubre de 2004, en un comercio del barrio Avellaneda, en medio del cual le dispararon al damnificado, pero el tiro no salió.


 La sentencia, que coincidió con el pedido del fiscal de juicio Guillermo Federico Petersen, recayó en Néstor Fabián Beldrío y Luis Alberto Arrieta, quienes habrían intervenido en el delito junto con un menor de edad.


 Ambos fueron arrestados poco después del hecho e incriminados por el adolescente.


 El atraco se perpetró alrededor de las 18.30 del 28 de octubre de 2004 y, por fortuna, ni el dueño del negocio, ubicado en Zapiola 3051, ni los clientes, resultaron lesionados.


 El damnificado Sergio Andrés Kraemer confirmó que los tres delincuentes, que sustrajeron la recaudación, cigarrillos y golosinas, eran jóvenes.


 Antes de escapar, uno de ellos advirtió movimientos por parte de Kraemer, suponiendo que los iba a perseguir, motivo por el cual accionó el arma en dirección al comerciante, aunque el disparo no salió.


 Luego, desde la vereda, otro de los malhechores efectuó tiros al aire, generando alarma en el vecindario.


 El fallo fue dictado por los jueces Pablo Hernán Soumoulou, Daniela Fabiana Castaño y Raúl Guillermo López Camelo.


 Arrieta fue imputado de robo calificado y abuso de armas en concurso real, mientras que a Beldrío lo acusaron de robo calificado y violación de domicilio, ya que, en medio de la fuga, intentó ocultarse en el patio de la vivienda de Rigamonti 236.


 Como atenuantes para ambos se tuvo en cuenta la falta de antecedentes y la juventud, que los tornaría recuperables socialmente, mientras que fue único agravante la pluralidad de actores en el delito.