Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Maíz: se mantienen las cifras de cosecha en las 40 millones de toneladas

Con casi un millón de hectáreas más sembradas en este ciclo, la producción argentina superará en un 26% al volumen del pasado ciclo.
Ahora, las expectativas se ponen en los maíces tardíos y en los de segunda. / Foto: Pablo Presti-La Nueva.

   Las excesivas lluvias registradas los últimos meses provocaron un retraso de la colecta de maíz en la Argentina. Aún no se reportan grandes daños en la calidad, pero el riesgo está presente si se sigue postergando la labor.

   La exposición del grano a atmósferas saturadas impide el secado, al mismo tiempo de crear un ambiente susceptible para el ataque de patógenos. El complejo de podredumbres en granos genera micotoxinas graves para la salud humana y animal, mientras que las enfermedades de tallo y raíz provocan el vuelco de la planta afectando tanto al rendimiento como a la calidad.

   Los excesos en el suelo, además de no generar un piso adecuado para el ingreso de la cosechadora, también pueden provocar el descalce de la planta de maíz.

   A esta altura, se lleva cosechado un 87% del maíz de primera en la zona núcleo GEA-BCR y se afianza un promedio de 90 quintales por hectárea. Gran parte de los lotes se vieron afectados, en mayor o menor medida, por el estrés térmico e hídrico en plena floración.

   Los cuadros que mejor expresaron rindes tuvieron una combinación exitosa de fecha de siembras más retrasadas, mejor tecnología aplicada y lotes que desagotaron con más eficiencia los excesos pluviales. Ahora, las expectativas se ponen en los maíces tardíos y en los de segunda. Puede haber rendimientos muy interesantes, con rindes semejantes, o aún mayores que en los de primera.

   La mercadería con valores de humedad por encima del 14,5%, debido a un secado incompleto en el lote, provoca el descuento en el precio u obliga al productor a incurrir en gastos de secada.

   Debido a la alta exigencia energética, la secada presenta tarifas que atentan con los márgenes finales del cultivo, además de alterar las propiedades del grano si la temperatura del proceso no es la adecuada.

   En cuanto a las cifras de cosecha no se efectuaron cambios respecto de la cifra de abril. Con casi un millón de hectáreas más sembradas en este ciclo, frente a 2015/16, y una mejora de rinde de 3,5 quintales (vs. ciclo 2015/16), la producción superará en un 26% al volumen del pasado ciclo.

   Con 1,06 millones de hectáreas que no entrarían a circuito comercial, la producción nacional queda estimada en 38 M/T a escala nacional. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires sigue en los 37 M/T; y en el sector privado las cifras tienden a estar por encima de los 38 M/T, entre 37,5 M/T y 40 M/T. (Prensa Maizar).