Macri se relanza con eje en la economía

Eugenio Paillet

Mauricio Macri pondrá mañana todo el énfasis en el relanzamiento de la economía como una de las bases, sino la más relevante, para mantener la iniciativa política y ganar las elecciones de octubre. Espera hacerlo durante los aproximadamente 45 minutos que durará el mensaje que leerá ante la Asamblea Legislativa en la inauguración del 135 período de sesiones ordinarias del Congreso a partir de las 12 del mediodía a través de la cadena nacional. 

El presidente "centrará el eje de su discurso en la economía, además de repasar los logros durante este primer año de gestión, reconocer lo que todavía falta por hacer y reafirmar que el camino elegido es el correcto", dijo una alta fuente del gabinete nacional que acompañó a Macri durante el fin de semana en Chapadmalal, donde junto al equipo de redactores de discursos que encabeza el Coordinador de Políticas Públicas de la Jefatura de Gabinete, Hernán Iglesias Illa, y el asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba, repartió algo de descanso y mucho de repaso del contenido del mensaje en el Parlamento.

La decisión de realizar una suerte de relanzamiento del programa del gobierno basado en la economía está directamente ligado a aquellos análisis en la costa y otros que se realizan en la mesa chica del gobierno, apoyados además en numerosas encuestas que sostienen que la gente en general "está molesta en algunos casos y desencantada en otros", pero que a la vez "espera una mejora en su situación personal y confía en que Macri es capaz de llevarla adelante", según el párrafo textual de uno de esos trabajos.

Así, Macri se presentará mañana ante el Congreso para anunciar medidas que profundizarán la baja de la inflación, que generarán la creación de nuevos puestos de trabajo después del piso de caída de fines del año pasado y el muy leve repunte de principios de 2017. También reclamará por igual a sindicalistas y empresarios sobre la necesidad de "cuidar el empleo", según aquellas fuentes ministeriales.

En el gobierno reconocían aún en medio del feriado largo de carnaval que el contexto del mensaje de mañana del presidente no es el mejor, por los aprontes del bloque del Frente para la Victoria para "complicarle" la sesión a Macri con pegatina de carteles contra los despidos, el alza de los precios o nuevos reclamos por la liberación de Milagro Sala y la denuncia de "persecución política y gubernamental" contra Cristina Fernández, entre otras chicanas que merecieron la advertencia del jefe del bloque PRO de Diputados, Nicolás Massot, para que la imagen presidencial "sea preservada".

El presidente también enfrentará mañana su segundo mensaje a la Asamblea Legislativa con dos fuertes frentes de conflicto abiertos con el sindicalismo. Por un lado el paro nacional docente lanzado por los gremios kirchneristas para el 6 y 7 de marzo, y la marcha de protesta con posible anuncio posterior de paro nacional que hará el 7 de marzo la Confederación General del Trabajo (CGT) que promete ser multitudinaria. Macri, anticipan los redactores del discurso, no dejará pasar la oportunidad para fustigar esos procedimientos y reafirmar que la vía para lograr acuerdos es el diálogo, como ya lo hizo en sendos reportajes que concedió a medios argentinos antes de regresar desde su viaje a Madrid.

El mensaje contendrá además un extenso capítulo referido al escenario internacional. El presidente dirá que la Argentina "ha vuelto al mundo" y destacará las opciones de inversiones extranjeras con las que cuenta el país a partir de conceptos que seguramente sonarán odiosos a los oídos de la oposición kirchnerista, como la existencia otra vez en el país de "previsibilidad en el rumbo" y "reglas de juego claras" para hacer negocios.

Urgido por la necesidad de atender el reclamo interno de sus socios de Cambiemos, antes que de las acusaciones de la oposición, el presidente también anunciará mañana un nuevo esquema de contrataciones para transparentar el Estado y evitar conflictos de intereses como el caso del Correo, que tendrá formato de proyecto de ley que irá en las próximas semanas al Congreso. Una forma de comprometer al resto de los bloques no sólo en la crítica sino en el aporte de soluciones a uno de los temas que le ha deparado los peores dolores de cabeza de toda su gestión.